La mejor, la de más prestigio y calidad, fue “HORA DE ESPAÑA”. Mensual, se publicaron 23 números, de enero de 1937 a enero de 1939, en Valencia el primer año y en Barcelona el segundo. La fundaron Rafael Dieste, A. Sánchez Barbudo, Juan Gil-Albert, Ramón Gaya y Manuel Altolaguirre. El último número, ya confeccionado, no llegó a distribuirse, pero se han encontrado algunos ejemplares que sobrevivieron al desastre.
En 1972 una editorial alemana, “Verlag Detlev Auvermann KG”, publicó un maravilloso facsímil de los 22 primeros números, en cinco tomos, y posteriormente, en 1974, incorporó el número 23, cedido por Cela, que tenía un ejemplar, y al que la editorial hace un especial reconocimiento por su generosidad. Ese número lo dirigen Alberti, Emilio Prados, José Mª Quiroga Plá, y María Zambrano. Esta última redacta un extenso y maravilloso prólogo para este facsímil, que termina, por cierto, con una estrofa del Himno eucarístico, que ella califica de bello (y, probablemente, tenga razón): “Amor por siempre a ti, Dios del Amor”. Escribieron en él todos. No hago la nómina porque sería un despropósito. Antonio Machado es el que más aperturas hace, incluida la del último número. En este último, Juan de Mairena, además de recordar a San Juan de la Cruz, a Zorrilla, etc. hace una larga y preciosa semblanza de Don Blas Zambrano, el padre de María, al que conoció en Segovia. “Y aunque su vida murió, / nos dejó harto consuelo / su memoria” (Jorge Manrique). “Emiliano Barral lo esculpió en piedra durísima. Maestro de profesión y de vocación, era Don Blas un alma benevolente, quiero decir deseosa del bien, de ningún modo indulgente con lo ruín o encanallado”.
Ya conté que varios de sus números se confeccionaron haciendo papel en un molino con la ropa rota de los milicianos. Hoy he visto la colección en Iberlibro por 3.200 €, y el facsímil que yo tengo por 850 €. Los compré en Turner, y son una gozada.
De “CABALLO VERDE PARA LA POESÍA” sólo se publicaron cuatro números, de octubre de 1935 a enero de 1936. El último número, que era doble, números 5 y 6, ya confeccionado quedó arrumbado en la imprenta de Altolaguirre en el estallido de la guerra, y se ha perdido completamente. Estaba dedicado al poeta uruguayo José Herrera Ressing. Figura como director Pablo Neruda, pero realmente fue idea, y la desarrolló absolutamente, de Manuel Altolaguirre. Es una belleza de revista, su tipografía, tintas, composición, dibujos, etc….
El facsímil también es de “Verlag Detlev Auvermann KG” 1974, y el ejemplar utilizado es también de la biblioteca de Camilo José Cela. Con una carta de Neruda de mayo de 1973, desde la Isla Negra saludando la iniciativa de la reimpresión (Neruda moriría en septiembre), y una nota preliminar de J. Lechner (el de “El compromiso en la poesía española del siglo XX”).
Lorca anticipa poemas del “Poeta en Nueva York”, y hay maravillosos dibujos de José Caballero.
También se cotiza bien: 800 € el original y 125 € el facsímil. Y también lo compré en Turner.
“HÉROE” publicó 6 números, entre 1932 y 1933. La editan Altolaguirre y Concha Méndez desde su estrecha habitación del Hotel Aragón, en donde la cama sirve de sofá durante el día, y acompañan dos viejas sillas, la imprenta de mano, cajas de tipos, el olor a aceite y plomo… y Serafín, el joven de 18 años amigo de Lorca y Cernuda, que ayuda como factotum…
El primer artículo del primer número es de Juan Ramón Jiménez, dedicado a Altolaguirre: “Manuel Altolaguirre pudo, puesto a lo difícil, respirar en la luna…”
El facsímil es de la misma editorial alemana, de 1977, y tiene un prólogo manuscrito de Vicente Aleixandre precioso. Dice, hablando de las revistas de la generación del 27: “Quizá la más característica sea “Litoral”, sacada a la luz en Málaga en 1926 y cerrada en 1929. Publicada, editada, sostenida, impresa por el tesón y el arte grafico de dos poetas malagueños de ese grupo: Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. “Mediodía”, la sevillana, pareja de la anterior, llevada a la claridad por los poetas sevillanos que residían en la ciudad. “Carmen”, breve, un año, 1928, llevada de la mano por Gerardo Diego, en Gijón, donde él era reciente catedrático. Y “Verso y prosa”… /… dirigida por Jorge Guillén…/… “Héroe” fue el nombre de aquella revista de poesía que vivió en 1932 y 1933, heroicamente agrupando lo más significativo de la poesía española de su tiempo…/… Vivió como un milagro, bella y esbeltísima de presentación, y saliendo de aquella sórdida habitación del poeta pobre…/… Manuel Altolaguirre, suena su nombre con sonido de HEROE, héroe de sus manos y de su espíritu. El lo fue ejemplarmente y así hay que reconocérselo”.
Por cierto, que en el número 4, Concha Méndez dedica una poesía a Bebe y Carlos Morla, “Última cita” se titula.
Por seguir con las cotizaciones, el original está en 2600 € y el facsímil que yo tengo en 60 €.
“OCTUBRE” publicó seis números, entre junio 1933 y abril 1934, impulsados por Alberti y Mª Teresa León. Ambos habían estado en Berlín, en el Congreso Mundial contra la guerra, presidido por Barbusse, y son testigos presenciales de los últimos vaivenes de la república de Weimar. De ahí van ocho días a la Unión Soviética, de donde vuelven entusiasmados, y se detienen de nuevo en Berlín a tiempo de contemplar el incendio del Reichstag y la subida al poder de Adolfo Hitler. La revista se subtitula “Escritores y artistas revolucionarios”. “Contra el fascismo, con el proletariado”, con constantes llamadas para colaboración a “obreros y campesinos…/… únicos herederos legítimos de la burguesía que agoniza”.
Alberti consigue hacer una publicación de atractiva presencia y de original diseño, que alterna artículos furibundos con poemas sociales de Cesar M. Arconada, Joaquín Arderius, Cernuda, Alberti, Machado, Langston Hughes, etc..
El facsímil esta vez es de los mismos alemanes, pero con Turner. De 1977. Su precio en Iberlibro, en torno a los 150 €.
“EL MONO AZUL” tiró 47 números entre agosto 1936 y febrero 1939. “Hoja semanal de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura”. Tenía la redacción en Marqués del Duero 7, y sus responsables fueron Alberti, Mª Teresa , Bergamín, Rafael Dieste, Lorenzo Varela, Arturo Souto, Vicente Salas Viu, y Antonio Luna.
Es, por supuesto, de combate. “Huirás con los legionarios / y rifeños de tu casta / que eres de ellos y no nuestro / como traidor a tu patria…” (A Franco, el pirata).
El Facsímil es precioso, tabloide. El ejemplar usado fue también de Cela, y Alberti puso el prólogo para la ocasión, con esas acuarelas tan bonitas que escribía/dibujaba en esa época: “El Mono azul se levanta / de nuevo por las trincheras, / cargadas las cartucheras / y un romance en la garganta…” (Roma, abril 1975). Está, con “Cuadernos de Madrid”, que era el número 47, en 150 €.
También los números 1-9 de “LITORAL”, noviembre 1926-junio 1929, tienen facsímil de los alemanes y Turner. Tengo el ejemplar 14 de los 500 que se editaron en1975. El original lo cedió Angel Caffarena, que pone una nota preliminar en la edición, denominando “Generación de Litoral” a la del 27. Impulsó la reimpresión José Mª Amado, el que relanza Litoral en 1968.
Los dos primeros poemas del nº 1 son del Romancero Gitano, y los dibujos, de Cossío: “Se ven desde las barandas, / por el monte, monte, monte, / mulos y sombras de mulos / cargados de girasoles…” Hay también, en ese nº 1, poesias de Jorge Guillén, Gerardo Diego, Alberti, Emilio Prados, Benjamín Jarnés y José Mª Hinojosa. Y más dibujos de Cossío y José Mª Uzelai. En la portada del 2º está el pez de Benjamín Palencia, que sería ya por siempre uno de los emblemas de Litoral. Hay luego dibujos de Moreno Villa, de Lorca (el marinerito que fue portada de uno de los números), de Viñez, Bores, Gregorio Prieto…
Están también los tres números de la 3ª época, en 1944, con la dirección de José Moreno Villa, Prados, Altolaguirre, Juan Rejano y Francisco Giner de los Ríos. Se me caen las lágrimas al ojearlo. Alfonso Reyes habla de San Ildefonso: “Tal vez no fui dichoso, pues contemplo / con dudosa mirada / las cosas del recuerdo…” Rodolfo Halffter publica una partitura de música “Sonata de El Escorial”, que dedica a Rafael Alberti; Antonio Rodríguez Luna dibuja “Argelès-sur-mer”, y te quedas estremecido; Ramón Gaya unas páginas de “Diario de un pintor”… El tercer número va dedicado íntegro a Enrique Diez Canedo, que falleció por esas fechas. 120 € en Iberlibro.
La revista “CRUZ Y RAYA” se definió así misma como la revista de la afirmación y la negación.: los signos más y menos figuraban en su portada, cuya bella plasticidad fue obra del pintor Benjamín Palencia. Cruz y Raya “nació y murió de y por y con la República de 1931… / … coincide y se identifica con ella”. Son párrafos extraídos del prólogo que el propio Bergamín escribe para la “ANTOLOGÍA CRUZ Y RAYA” que el mismo selecciona en 1974 para Turner. Ensayos, artículos, antologías, poemas… Abierta, libre, independiente, pensada y hecha por católicos que “rechazamos una aparente mal llamada confesional del catolicismo … / … al contrario, porque creemos en un proceso de verdadera depuración espiritual de todas las actividades humanas…”
Ya he contado que vi a Bergamín varias veces en Turner en los años 70’s, con Manolo Arroyo y Pepe Esteban. A Manolo Arroyo le entrevistaba hace poco El País: acaba de publicar un libro “Pisando ceniza”, que ha tenido excelente acogida y crítica; veremos a ver.
De julio de 1933 a junio de 1936, la antología termina con nuevas greguerías de Ramón Gómez de la Serna.
En octubre de 1946 José Ramón Arana y Manuel Andújar empezaron a editar en México “LAS ESPAÑAS”, una revista española editada en el destierro. Supuso un gran esfuerzo de trabajo y de dinero para quienes la crearon y mantuvieron durante años. Allí publicaron la mayoría de los intelectuales exiliados: Pedro Salinas, Moreno Villa, Domechina, etc. Y Camús, Jean Cassou, Herman Hesse, Heinrich Mann, John Dos Pasos, Gabriela Mistral…
En Septiembre 2002, la Fundación Pablo Iglesias y la Fundación Jaime Vera, organizaron, en el Palacio de Cristal de El Retiro una exposición sobre el exilio en la que presentaron los facsímiles de la revista, en dos volúmenes de considerable tamaño y peso, que, por supuesto, adquirí. Duró hasta mediados de 1956. Se cotizan a 100 €.
Ya he hablado de “LAUREL”, la excelente revista/antología que publicaron en 1941 Emilio Prados, Xavier Vilaurrutia, Juan Gil Albert y Octavio Paz.
La encargó la mítica “Séneca”, la de Bergamín, y junto con “CONTEMPORANEOS: ANTOLOGIA DE LA POESIA MEXICANA MODERNA” de Jorge Cuesta, la “POESIA ESPAÑOLA 1915-1931” de Gerardo Diego, y la “ANTOLOGÍA DE LA POESIA HISPANOAMERICANA 1914-1970” de José Olivio Jiménez son las cuatro patas de análisis del gran sillón de la poesía de aquellos años.
Como voy de lo que voy, no entro en “REVISTA DE OCCIDENTE”, pero la cito. Nació en 1923 y duró hasta el 36. Renació felizmente en 1962, pero ya sin brillo. De mensual ha pasado recientemente a trimestral, y solo se vende en elitistas stands de las mejores librerías, además de a los suscriptores. La deseo lo mejor, pero al igual que “Claves”, su porvenir es el mismo que el del espía sordo. Es muy difícil hoy dar con la tecla del éxito de las revistas del pensamiento o filosóficas. Excesivamente espesas, hieráticas y alejadas no saben transmitir, no han adaptado su lenguaje al mundo de hoy. No hablo de trivializar ni de vulgarizar nada, pero tengo claro que McLuhan les debería echar una mano.
El ventalle de cedros 